Vacaciones en Ahungalla

Sri Lanka es tan verde que la llaman la isla esmeralda. Sus paisajes naturales de bosques frondosos, playas con palmeras y llanuras pobladas de animales salvajes impresionaron al mismísimo Marco Polo, y se han conservado tan bien que aún hoy despiertan la misma admiración que cuando él los visitó. Se trata de un lugar de leyenda, en el que pueden visitarse las ruinas de reinos olvidados y misteriosas cuevas habitadas hace cientos de años. Sus encantos son tantos, que lo han convertido en el país del mundo con mayor cantidad por metro cuadrado de bienes declarados Patrimonio de la Humanidad.

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La isla esmeralda

La privilegiada área de Ahungalla se sitúa en la costa sur-oeste del país. La orilla del río Bentota envuelve esta tranquila localidad que ofrece todo tipo de infraestructuras y comodidades. Se trata de un lugar en el que descansar sobre la cálida arena, practicar deportes acuáticos o desde el que salir para realizar excursiones a las principales atracciones culturales y naturales de la antigua Ceylán.

Si lo primero que quieres hacer al llegar a tu destino es ir a la playa, te recomendamos que acudas a Ahungalla Beach, perfecta para descansar y para la práctica de deportes acuáticos, o a la playa de Bentota, una de las más famosas del país. Aunque durante tu visita a Ahungalla, no puedes perder la oportunidad de descubrir algo más de la cultura milenaria de Sri Lanka. Te aconsejamos visitar el templo Kanda Viharaya, donde podrás ver la mayor estatua de Buda sentado del mundo, o ir en barca a la Isla Barberyn y pasear hasta el Faro de Beruwala, todavía en funcionamiento. Otra excursión muy popular es la que te conducirá a la histórica ciudad colonial de Galle, un puerto que estuvo ocupado por holandeses, franceses e ingleses, que dejaron su huella en la arquitectura dentro de las murallas.

Pero si lo que deseas es conocer más paisajes naturales, no puedes perderte el Parque Nacional de Udawalawe, donde verás a elefantes en su hábitat natural; la montaña de Adam's Peak, famoso lugar de peregrinaje; y la Reserva Natural Forestal de Sinharaja, una selva tropical montañosa en la que viven numerosas especies endémicas de flora y fauna. Y si te apetece avistar delfines, tortugas marinas y ballenas, en la zona podrás contratar alguna excursión dedicada especialmente a esta actividad.

Gastronomía en Sri Lanka

La cocina cingalesa destaca por la influencia de las distintas culturas que han colonizado su tierra. La mayoría de sus platos están elaborados a base de arroz, especias, pescado y coco. Entre las recetas más típicas encontrarás el Brinjal moju, a base de berenjenas encurtidas; Indiappa, tallarines hechos con harina de arroz; el Mallum, elaborado con hojas de verdura trituradas fritas con pescado y cúrcuma; y el Arroz con leche de coco, piso y miel, un rico postre típico del país. Y por supuesto, no puedes irte sin probar un auténtico té de Ceylan, que se ofrece en distintas variedades, a menudo muy condimentadas.

Los templos budistas:

Los sindhaleses (budistas de Sri Lanka) han construido multitud de templos accesibles al público y en los que puede apreciarse su particular colorido y arte plástico.

Parque Nacional de Udawalawe:

Es el Parque Nacional más cercano a Ahungalla en el que pueden verse elefantes en su hábitat natural y disfrutar de un entorno espectacular.

Adam's Peak:

Famoso lugar de peregrinaje. Según la tradición cristiana y musulmana, en la cima hay una forma de huella que es la que dejó Adán al pisar la tierra justo después de ser expulsado del paraíso. En cambio, los budistas consideran que es la impronta de Buda al subir al cielo y los hinduistas la de Shiva cuando visitó Sri Lanka.